Hace ya más de diez años, cuando a Andrés Calamaro le pidieron unas palabras sobre aquellos dos volúmenes de las Grabaciones Encontradas -publicados a mediados de los años noventa- atinó a decir algunas frases sueltas, sin conexión aparente, pero que así cobraban una fuerza inusitada: "Es mi Jurassic Park", dijo, definiendo una forma de grabación, pero también una forma de vida. Allí Calamaro entraba en su momento de mayor producción, en donde iba a experimentar con intensidad en el estudio de grabación, obteniendo un resultado inédito en la música argentina: durante una crisis personal, en un abrir y cerrar de ojos, una parva de canciones, multiplicadas por cien, se transformarían en su profuso repertorio.
Fue junto a sus compañeros más cercanos que, a principios de la década del 2000, compuso y grabó alrededor de 600 canciones. Muchas de ellas permanecen inéditas, pero algunas forman parte de su discografía oficial, diseminadas en Honestidad Brutal, El Salmón, El Cantante, El Palacio de las Flores, La Lengua Popular, On the rock y Obras Incompletas, sus últimos discos; otras, fueron parte de Radio Salmón Vaticano (un programa de radio emitido a través de su web oficial, donde el cantante registró, periódicamente y durante 2003, alrededor de cien canciones –entre versiones y temas propios- y El Salmón X, un homenaje celebratorio y low-fi por los diez años del disco quíntuple que marcó un antes y un después en su carrera.
Con el avance tecnológico, la ley SOPA y el cierre de Megaupload, se debatió en las redes sociales con encarnizamiento sobre los derechos de autor y el dowloading. Desde su cuenta de Twitter, Calamaro fue uno de los que debatió con diversos argumentos, a veces con certeza, pero debatiendo al fin. Hace un mes, y en sintonía con sus ideas vertidas sobre el tema, Calamaro creó un perfil en Soundcloud, una red social para músicos donde se pueden colgar canciones ya terminadas, listas para escuchar y comentar sobre ella, en cualquier momento de la canción: “…un poco de streaming podría servirnos para saber cuándo mentimos respecto a la revolución tecnológica y todo lo que cacareamos con la SOPA, autores, etc., y para muchas más cosas”, escribió en el blog de su página oficial de Internet.
Calamaro vive en una nube: “SoundCloud es experimental pero altamente musical y me representa a mí. Pero cada canción que escribo es mi mejor canción, o no la grabo”, escribió en su cuenta de Twitter. Hablando de música, en su perfil de Soundcloud (http://www.soundcloud.com/a-k-25) encontramos muchas facetas de Calamaro, ya que no sólo graba y sube las canciones en el momento, sino que recupera temas compuestos a principios de la década de 2000. Escuchamos un Calamaro rollinga (“Granaderos a caballo”, “Caseros KO”, “Just my imagination”); ricotero (“Cúpula invertida”); revulsivo (“Another brick in the Grohl”); dylaniano (“A Hard Rain's a-Gonna Fall”); probando con el flow (“Ringo y Alberto”); una versión lo-fi de “Seguir viviendo sin tu amor”, “Me gusta ese tajo” y otra en vivo (en la prueba de sonido antes de un recital en México) de “Alma de diamante”; experiencias poéticas y cancioneras con Jorge Larrosa -integrante de una cofradía barrial y fraterna denominada los Poetas de la Zurda- (“El Gallego” y “Vida tumbera”); ratos de free rock (“El degollado”, “In the mood”); chifladuras (“Guillotina”, “El reyno”, “Famoso tercer día” y “Martín Fierro”); instrumental y psicodélico (“Psychoblues”, “Tres minutos”) y grandiosas versiones de “In my life” y “Strawberry fields forever” de The Beatles, “Don´t look back in anger”, de Oasis, “Jelous guy”, de John Lennon y “Bye bye Johnny”, de Chuck Berry.
Así y todo, Calamaro sigue preparando el sucesor de On the rock ("Tambien hacemos canciones. Algunas las guardamos suponiendo que podrian ´grabar un disco´. Las otras las estare meditando con SoundCloud"), su último disco de estudio –y que podríamos ubicar cómodamente en la lista de sus grandes producciones-, pero no sin antes experimentar y “colgar” casi diariamente una canción (o “instalaciones”, como prefiere llamarlas) por día en su perfil de SoundCloud y seguir nadando contra la corriente.