Un individuo lascivo es alguien propenso a los deleites carnales. Al amor, en pocas palabras. Lasciva puede ser una banda de rock también. Pero no una banda de rock cualquiera. La historia de Superlasciva nace en Goya, Corrientes, cuando Manuel Farizano y Roberto Decotto deciden radicarse en Buenos Aires para estudiar abogacía e ingeniería, respectivamente. “Los dos pudimos terminar la universidad. En el 2001 me compré una grabadora y empecé a grabar mis primeras canciones. Entre tres o cuatro meses compuse como veinte. Nunca había compuesto tanto. Ahí llegan de Corrientes los músicos que faltaban, y se forma la banda, seriamente”, afirma Manuel Farizano, guitarrista y compositor de la banda. Los primeros recitales de Superlasciva son en el 2002.
Previamente a la grabación de “Encendida”, su primer disco, la banda no tenía nombre. Habían pasado varios. Hasta que antes de entrar a grabar, se deciden. Manuel Moretti, cantante de Estelares, les da una mano: les consigue un productor y les regala algunas recomendaciones. “Había una camada de temas que venían del principio. Tenían una onda reggae o ska. Sin embargo, en un momento, comenzamos a tirar para el lado de la canción rockera. Se dio todo junto, porque fue ahí cuando surgió el nombre definitivo de la banda”, detalla Farizano.
Después llegó “Ascensor”, segundo disco, grabado en mejores condiciones, como “Seducciones Violentas”, su última grabación, ambos bajo la producción de Mariano “Manza” Esaín y la colaboración del que ya en el debut de la banda se convierte en un amigo, Manuel Moretti. “A él lo conocí en un show que hizo en el bar El Imaginario, en Buenos Aires. Recuerdo que éramos seis personas en ese recital. Fuimos a tomar una cerveza. Después empezó a ir seguido a mi casa, para tocar la guitarra. Yo grababa algunas cosas que él tocaba. Mi casa, en un momento, se transformó en un club, todo el mundo caía y nos pasábamos toda la noche de guitarreada”, se enorgullece.
En Superlasciva, el amor da el presente en cada una de las canciones. Y mucho más en la tercera producción, donde se escucha a la banda más cancionera, pop y estimulante. Farizano lo explica: “El tercer disco logra más personalidad. Se nota que hay un crecimiento. Ahí está más explayado el formato canción y todos los arreglos apuntan un solo objetivo”. Y continúa: “A mí me salen las letras porque voy acumulando pensamientos, historias, cosas que me pasaron durante un año, pero las escribo en un mes y en ese lapso le pongo letra a todas las canciones. Por supuesto, también hay ficción, cosas que vienen del inconsciente, y después de un tiempo me doy cuenta de por qué escribí lo que escribí”.
Superlasciva se inscribe en la senda del pop-rock romántico. Curiosamente, en Buenos Aires, en el conurbano bonaerense, y gracias a la recepción que tuvieron bandas como Estelares y Los Pérez García (por nombrar bandas similares musicalmente, pero de diferentes ciudades) se respira un fenómeno que no es nuevo, pero sí creciente. Fede Kempff y Tarantinos, Miró y su Fabulosa Orquesta de Juguete o Klemm, son algunos de los nombres que deambulan por los suburbios del circuito de rock con una impronta cancionera. Son parte de un rock tradicional que mira a las fuentes: The Beatles, Tom Petty, Virus, Los Abuelos de la Nada. Y componen. Y cantan. En el caso de Superlasciva, la canción es lo más importante, aunque el sonido es algo que a su guitarrista también lo preocupa y mucho. “La idea para el nuevo disco es grabar los temas en vivo, con la banda tocando, para lograr un sonido mas enérgico. Porque la gente que va a vernos en los recitales, dice que tenemos otro sonido que en los discos”.
Finalmente, Superlasciva vuelve a Niceto. Será el 30 de octubre. Y es una buena noticia porque el local de Palermo se ha convertido en la segunda casa de la banda correntina en Buenos Aires. Allí se vieron las mejores presentaciones y no es ninguna sorpresa que el lugar, al momento del show, se encuentre colmado.