Uno de los mejores discos del año pasado fue Diciembra, el último de 3Pecados,
la banda uruguaya. El primer fin de semana de diciembre hicieron una
doble presentación en Plasma, el bar de Barracas, y lo llenaron. Muchos
coinciden en que Diciembra es el álbum más accesible de la banda. Quizá lo sea porque los anteriores tienen un sonido retorcido y sucio; mientras que Diciembra es onírico y alucinatorio ("Estás temblando en un rincón / alucinando una invasión").
Pau O´Bianchi (cantante, guitarrista), Pablo Torres (baterista) y Diego
Martínez (tecladista, trompetista) conforman este inclasificable trío
uruguayo. Del otro lado del Río de la Plata forman parte del sello
independiente Esquizodelia,
junto a decenas de bandas como Carmen Sandiego, Millones de Casas con
Fantasmas y Superjuguetes. Pau O´ Bianchi se copó y respondió estas
preguntas para Avellaneda Blues, antes de sus recitales en Buenos Aires.
-¿En qué se inspiraron para darle un eje conceptual a Diciembra, su último disco?
Pau O´Bianchi: -A Diciembra
lo veo más un disco conceptual por el lado estético/sonoro que
temático, dado que para este disco no intentamos contextualizar las
canciones en una temática definida como veníamos haciendo con los otros
discos, simplemente porque nos salió así ésta vez. Nos guiamos mucho por
la intuición y por los sonidos que nos íbamos encontrando en el proceso
del disco. Si bien en Diciembra hay una cohesión y coherencia
entre sus temas, viene más de la mano de la estética sonora, pero no
intentamos limitarlo a una idea determinada, sino que fuera mucho más
abstracta en su interpretación. Diciembra, conceptualmente, es
muy inconsciente. Me resulta imposible descifrar exactamente con
palabras o ideas ahora, pero es el retrato de una época personal y de la
banda determinada. Supongo que cuando esté más alejado en tiempo voy a
poder analizarlo mejor o, tal vez, sean simplemente emociones diferentes
de una estética sonora determinada.
-Siempre estuvo presente en ustedes la idea de “disco conceptual”. ¿Podrías explicar por qué?
-Nosotros
a la hora de hacer un disco no lo vemos simplemente como un compilado
de nuestras canciones sueltas/ensalada para mostrarle al dueño del
boliche o lo que sea; realmente, lo encaramos desde la humilde
perspectiva de estar haciendo una obra. Es, por ahora, la manera que más
nos gusta. Veníamos de una tendencia muy fuerte en hacer discos
conceptuales temáticamente muy definidos. En Pesadillas para niños y travestis dadaístas
(´07) nos planteamos la idea de qué era lo que nos asustaba más:
nuestra realidad, obsesiones o las pesadillas más deformes y lejanas del
mundo real. En Liu y las dificultades graves en el aprendizaje se
dio que todas las canciones hablaban desde el amor/desamor en las
relaciones (en esa época Pablo y yo estábamos muy mal de mujeres). Y en Dios salve a la muerte… desde su título queda bien claro de qué habla.
-El
sonido de la banda se relaciona con lo alternativo, con Sonic Youth,
pero con una impronta rioplatense. ¿Podrías contar algo sobre el sonido
del grupo?
-La
verdad que no sabemos muy bien. En realidad nunca nos interesó buscar
un solo sonido como banda. Personalmente, me resultaría aburrido y falso
haber seguido haciendo muchas canciones como las de Pesadillas para niños y travestis dadaístas. No estamos en una búsqueda de un género/estética en particular, queremos que 3Pecados
sea más libre en ese aspecto; que, según cómo estemos en ese momento,
fluya por el canal que más nos motive, sea cual fuera el nombre de su
sonido o influencia.
-¿Te sorprendió la repercusión que tuvo Diciembra en el Uruguay y en la Argentina?
-Sí,
muchísimo. Pensaba que no lo iban a entender. El resto de mis amigos
involucrados con el disco siempre fueron más entusiastas, yo,
sinceramente, todo lo contrario, y en la última etapa contagié esa
energía al resto, con la ayuda del agotamiento que fue trabajar en Diciembra.
Por más que digan que es nuestro disco más "accesible", me resulta un
disco muy extraño y complejo en su composición. "Encandila", que es el
tema más "sencillo" en estructura, me resulta raro que su estribillo sea
una línea de teclado y nada más; nunca lo habíamos hecho, ni me parece
que sea algo tan común de escuchar en una canción por estos lugares.
Hasta las notas de su melodía me resultan raras, ni me acuerdo cómo
salieron. Pero, sobre todo, pensaba que no le iban a dar mucha bola,
difusión o entusiasmo, más que nada porque hace tiempo que venimos
haciendo discos y tocando mucho, y como que la recepción de nuestros
discos siempre fue un tanto tímida para la mayoría de los medios (no
todos, obviamente), así como la convocatoria de público en nuestros
toques. Siempre fuimos pocos, pero fieles en 3Pecados, en parte aún lo
somos. Hay que ver qué pasa realmente después de la ola.
-Además de 3Pecados tenés otros proyectos, como el de Millones de Casas con Fantasmas. ¿Cómo compatibilizás los dos grupos?
-Millones
de Casas con Fantasmas arrancó simplemente como un disco, allá por
julio del 2008 en plena licencia laboral. Tenía ganas de hacer un disco
en esas dos semanas con muchos amigos invitados. De ahí nació Apoteosis
(´08) y. posteriormente a él, el nombre "solista" Millones de Casas con
Fantasmas. No fue craneado desde un comienzo como una "nueva banda" o
"proyecto serio". En ese momento ni pensaba en tocar esas canciones en
vivo, sólo quería hacer un disco y nada más. Después, resultó que Juan
Branaa e Hiram Miranda (con el que formábamos en ese momento
Esquizodelia) me plantearon la idea de que tocara en vivo con "Millones"
en un festival de Esquizodelia que se iba hacer en la casa de Juan
(cosa que yo no quería en un principio), pero me insistieron tanto que
no pude decirles que no. Formé con el resto de mis amigos la banda y
desde esa noche no hemos parado de tocar. En Montevideo no podés tocar
muy seguido, ya que somos muy pocos (pocos lugares, poca gente, poco
mercado, etc.), entonces los músicos de acá tienen más tiempo y
disposición como para abarcar otros proyectos y así tocar y mantenerse
en movimiento. Recién ahora, tal vez, se me está complicando, ya que
tanto con 3Pecados como con Millones de Casas con Fantasmas estamos
tocando más y viajando mucho más que antes, pero aún no es algo
alarmante para asustarse. En cuanto a lo musical, son dos propuestas muy
diferentes, ya que son otras ideas y otras personas las involucradas
(salvo Diego Martínez, que está en ambas).
-Sé que te une una amistad con Los Pus y con Èl Mató a un Policía Motorizado, ¿qué otros grupos de acá conocés?
-Hace
seis años que estamos yendo a tocar a Argentina, y por suerte en esas
experiencias nos hemos hecho de muchos amigos (estén en banda o no).
Hemos compartido escenario con muchas, las más cercanas de amistad son
Mr. Algo, Los Pus, El Mató a un Policía Motorizado, Riphle, etc. Bandas a
las cuales admiramos y nos gusta mucho lo que hacen pero, por sobre
todas las cosas, muy buena gente que nos han ayudado mucho. Yo soy de
escuchar mucho bandas argentinas (Pablo no tanto, pero le encanta 2
minutos; Diego es fanático de Diosque y Arde Hollywood), principalmente
porque me copa la música con letras en español. Aparte de las antes
mencionadas me gustan Mujercitas Terror, El Yonki, Antolín, Drogadictos,
Good Time for Dynacom, Los Reyes del falsete, Prietto viaja al cosmos
con Mariano, Viva Elástico, Los Migues (de La ola que quería ser chau me
copa más su registro acústico que enchufado), Gira Peonza, 107 Faunos,
Benigno Lunar, Olfa Meocorde, etc. Últimamente, he descubierto muchos
discos de otras bandas que me encantaron y hemos compartido escenario:
Las ligas menores, Bosques, Tobogán Andaluz, Bicicletas, Go Neko. Acá a
Montevideo vienen bastantes bandas a tocar e intentamos ir a verlas. Me
gustó mucho el vivo de El Perrodiablo, Los Lotus y Fútbol. Soy bastante
consumidor de música argentina, que está pasando por un gran momento,
deberían aprovecharlo mucho más.
-¿Y en Uruguay cómo es, a grandes rasgos, la movida independiente de grupos?
-Nosotros
acá formamos parte del colectivo Esquizodelia, sello que integramos con
muchas bandas amigas y con las que hemos compartido escenario, como:
Carmen Sandiego, Uoh!, Superjuguetes, Ari, Lucas Meyer, Fernando Henry y
muchas más que pueden encontrar en la página. Después tenemos muy buena
relación con otras bandas como La hermana menor, Ravengers, Setiembre
once, Ultraman, Limpiando encontré monedas, Danteinferno, Jesús es rey,
etc. Acá, como te había dicho antes, no hay mucha gente, por ende no hay
suficientes lugares, público o reconocimiento en lo que sea para todos.
Se hace muy difícil tocar seguido. Nosotros, a raíz de eso, decidimos
venir a visitar Argentina, para mantenernos con mayor actividad y no
morirnos de aburrimiento.
3Pecados se presenta el viernes 2 de marzo en el Zaguán Sur (Moreno 2320, Capital), en el marco de la 12º edición del Festipulenta,
junto a Santiago Motorizado, Javi Punga y su conjunto musical y Las
ligas menores. Y el 3 de marzo en Estación Circunvalación (12 y 72, La
Plata) junto a Shaman y los hombres en llamas.
Sitio oficial
Bandcamp
miércoles, 29 de febrero de 2012
domingo, 5 de febrero de 2012
Charly García, yendo de la playa a River
Nota publicada hoy en la sección Cultura & Espectáculos del diario Página/12
¿Recuerdan al Charly García que creía remediar unos penosos recitales con algún desfachatado artilugio que lo dejaba fuera de combate durante un tiempo? ¿A aquel que seguía conmoviendo a pesar de la dilatada y esquiva recuperación que tardó varios años en sacarlo de las malas? Ese Charly no tuvo nada que ver con el que se plantó ayer en el parador Arena Beach –una playa exclusiva al sur de la ciudad de Mar del Plata– durante el recital que brindó García junto a The Prostitution, la banda que lo acompaña firmemente desde su regreso definitivo. Allí, alrededor de 40 mil personas vieron al nuevo Charly de figura voluminosa, enérgico hasta donde llegan sus posibilidades, dándole con fiereza a las teclas de su piano y dejando todo sobre el escenario cuando le tocó encarar al público micrófono en mano.
Hoy, su nueva voz de ultratumba es un signo ineludible. Pueden oírse todos sus esfuerzos y peleas contra él mismo para recobrar todo lo que ha quedado en el camino y que alguna vez fue suyo: la posibilidad de construir las más admirables canciones de rock en español. Es cierto que sus últimos movimientos artísticos han sido una muestra de la mejoría de Charly. Su épico regreso en el estadio de Vélez Sarsfield en 2009 (El concierto subacuático), la publicación física de Kill Gil y la reciente seguidilla de recitales en el teatro Gran Rex fueron una muestra de ello, una revalorización de su obra que le ha permitido regresar a la pelea de fondo del rock.
Bajo un cielo despejado, cargado de humedad, no quedó más que guardar en la memoria el retrato de Charly levantando sus brazos ante una multitud que saludaba y liquidaba su gaseosa en la tarde de Mar del Plata. Lástima el bajísimo y desprolijo sonido que lanzaban los amplificadores en “Rezo por vos”, “Rock and roll yo” y “Cerca de la revolución”, después de un “¿Cómo anda Mar del Plata?”, de García. La estructura del recital respetó a rajatabla el hilo conductor de los shows conceptuales del Gran Rex. Allí las voces en off de Graciela Borges y Juan Alberto Badía le imprimieron intimidad, pero aquí, ante tamaño escenario natural, perdieron el nervio y el efecto sobre los espectadores, que atinaron a responder con tibios aplausos las intervenciones.
Luego siguieron “Canción de Alicia en el país”, “Asesíname”, “No importa” y “Demoliendo hoteles” para finalizar la primera hora de recital. “¿Conocen a Dalí? Ahora vamos a poner una película de él como intervalo”, dijo Charly para presentar una escena de El perro andaluz, la obra maestra del cine surrealista. A la vuelta, con el sol cayendo detrás del escenario, la lista continuó con “Yendo de la cama al living”, “Influencia”, “Me siento mucho mejor”, “Eiti Leda” (con la voz principal a cargo de Rosario Ortega, nueva corista de la banda), “Hablando a tu corazón” y “Canción para mi muerte”. Con este recital, a modo de clausura de la temporada rockera en el parador Arena Beach (por allí pasaron Catupecu Machu, Massacre y Las Pelotas, entre otros), Charly adelantó algo de su retorno al estadio de River Plate, cuando en abril clausurará otra edición del Quilmes Rock.
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